El trabajo infantil suele definirse como todo trabajo que priva a los niños de su niñez, su potencial y su dignidad, y que es perjudicial para su desarrollo físico y psicológico. No todas las tareas realizadas por los niños deben clasificarse como trabajo infantil que se ha de eliminar. Por lo general, la participación de los niños o los adolescentes, por encima de la edad miínima de admisión al empleo, en trabajos que no atentan contra su salud y su desarrollo personal ni interfieren con su escolarización se considera positiva.
Es la utilización de niños en trabajos normales o peligrosos, para fines económicos familiares o de otra índole, de menores de edad por parte de adultos, afectando con ello el desarrollo personal y emocional de los menores y el disfrute de sus derechos. Algunos autores utilizan este término como sinónimo de trabajo infantil, aunque otros emplean este último de un modo más amplio, sin una necesaria carga negativa.
Entre otras actividades, cabe citar la colaboración en un negocio familiar o las tareas que realizan fuera del horario escolar o durante las vacaciones para ganar dinero de bolsillo. Este tipo de actividades son provechosas para el desarrollo de los pequeños y el bienestar de la familia; les proporcionan calificaciones y experiencia, y les ayuda a prepararse para ser miembros productivos de la sociedad en la edad adulta.
Sus principales causas son:
- Situación de pobreza. La pobreza en las familias impide que dispongan de los recursos necesarios para comprar alimentos, ropa, acceder a una vivienda, a sanidad o a educación, llegando incluso a dejar los estudios. Muchos menores se ven en la situación de contribuir a la economía familiar realizando trabajos que ponen en peligro su vida.
- Tráfico de niños. Muchos menores son explotados en fábricas e industrias debido a la pobreza de los países en vías de desarrollo y la necesidad de mano de obra barata. Los niños son forzados a trabajar en agricultura, en las calles o incluso en la minería, con los riesgos que ello conlleva.
- Abandono infantil. Cuando los niños están solos tienen que buscar un trabajo para sobrevivir. En ocasiones, estos menores no acompañados se ven convertidos en esclavos sexuales, trabajadores forzosos o incluso en niños soldado.
- Falta de acceso a educación. Los niños que no pueden acceder a educación tienen más probabilidades de convertirse en víctimas de trabajo infantil. Ir a la escuela les permite conservar sus oportunidades de futuro, les ayuda a mejorar las relaciones con las comunidades de acogida y les devuelve su infancia.
Legislación dominicana
El trabajo de las personas menores de 14 años se encuentra prohibido por el Código de Trabajo (artículo 244), salvo excepciones en favor de la enseñanza, el arte y las ciencias autorizadas por el Ministerio de Trabajo. Estas prohibiciones aplican de igual modo para niños y niñas. Sin embargo, en algunas comunidades dominicanas donde se ha investigado este mal, se indica que la cantidad de niños involucrados en actividades laborales agrícolas supera al de las niñas. No obstante, es preciso visibilizar que en las comunidades rurales las niñas son empleadas en mayor proporción para la realización de labores domésticas o de apoyo al trabajo agrícola consistentes en “cuidar a otros miembros de la familia –hermanos/as menores y personas ancianas– cocinar, lavar, planchar, traer leña y agua, llevar comida a los campos”.
Conforme estatuye la Constitución dominicana, la erradicación del trabajo infantil es declarada del más alto interés nacional. Sus peores formas comprenden la esclavitud, la prostitución, el reclutamiento para actividades ilícitas, o en general cualquier trabajo que dañe su salud, ponga en peligro su seguridad o afecte la integridad moral; pero no todo trabajo realizado por los niños es considerado trabajo infantil. En República Dominicana y en muchas partes del mundo la legislación permite que laboren “en empresas familiares en las que solamente estén empleados los padres y sus hijos y pupilos” siempre que esto no afecte su desempeño escolar y su desarrollo individual. En efecto, como ya fue mencionado, se encuentran prohibidas aquellas tareas que atentan contra su desarrollo e integridad física, psíquica y moral.
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