Libertad de contratación es el derecho que tienen las personas para decidir celebrar contratos y con quién hacerlo, así como la libertad para determinar el contenido de los mismos, que poseen las partes de celebrar un contrato y determinar su contenido libremente dentro de los límites impuestos por la ley, el orden público, la moral y las buenas costumbres. La Libertad de contratación un derecho subjetivo que protege la autonomía del titular para decidir si contratar, con quién contratar, y para regular y determinar el contenido del contrato. Por el lado positivo, el contrato o convenio y la relación jurídica derivada de dicha voluntad están protegidos por la libertad de contratar. Protección de la posibilidad de obtener los términos de la celebración del contrato, así como la decisión de desistir del contrato si existe un acuerdo voluntario.

Es el derecho del pueblo decidir qué contratos firma y con quién, y la libertad de decidir su contenido. Así, es posible pactar libremente la ejecución del contrato y las condiciones, restricciones, modalidades, formalidades, plazos y demás detalles que regularán las relaciones jurídicas creadas por el contrato. El autogobierno privado en el ordenamiento jurídico de nuestro país se fundamenta en el principio “la ley no prescribe, la ley no prohíbe, la ley no prohíbe, nadie puede hacerlo”, y sus principales manifestaciones en el sistema de los contratos civiles son la libertad de contratar y la libertad de contratar.

 La libertad de contratación, también conocida como libertad de contratación, significa que toda persona tiene derecho a celebrar o no un contrato y a elegir con quién contratar cuando se celebra un contrato, es decir, la libertad de contratación otorga a las personas el derecho a decidir cuándo , cómo y con quién firmar el contrato. Como una de las consecuencias del traslado de los conceptos éticos humanos al campo del derecho privado, el ordenamiento jurídico ha reconocido el principio básico, a saber, los principios de autonomía de la voluntad y libertad de contratación, que se encuentran protegidos por diversas constituciones.

La libertad de contratación permite que los particulares decidan con quién contratar, cuál será el objeto del contrato, cómo será regulada esa relación contractual e, incluso, cómo serán solucionadas o resueltas las diferencias que pudieran llegar a surgir entre las partes contratantes. El arbitraje, por ejemplo, ha ganado una marcada aceptación como medio de solución de conflictos, pero existen ciertas materias que, por razones de orden público, no pueden ser resueltas mediante arbitraje.

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