Según el diccionario jurídico Espasa se entiende por temeridad: “es el comportamiento imprudente. La imprudencia temeraria consiste en omitir el cuidado y diligencia que puede exigirse a la persona menos cuidadosa, atenta o diligente”.

En combinación con el abuso del derecho, se de debe resaltar la temeridad o mala fe con que actúan dichos litigantes. Cuando el litigante, en ejercicio de ese derecho, de esa prerrogativa que posee de su mandatario, actúa con mala fe o temeridad. Se convierte automáticamente en un litigante temerario.

La litigación temeraria, también conocida como litigio abusivo o vexatorio, hace referencia al uso indebido del sistema judicial para entablar demandas o llevar a cabo procesos legales sin fundamentos razonables o con intenciones maliciosas. En resumen, se refiere a presentar demandas o defenderse en un proceso judicial de manera abusiva, sin base legal sólida o con motivos principalmente malintencionados.

La litigación temeraria puede tener consecuencias graves, ya que no solo desperdicia recursos legales y judiciales, sino que también puede acarrear sanciones legales, multas o penalizaciones para la parte que abusa del sistema judicial. Los tribunales suelen tener mecanismos para lidiar con este tipo de conducta, incluyendo la imposición de costos legales a la parte que ha actuado de manera abusiva o la imposición de sanciones más severas en casos graves.Casos de litigación temeraria

• Presentación de demandas infundadas: iniciar procesos legales sin una base sólida, sin evidencia adecuada o con argumentos falsos.
• Prolongación innecesaria de un caso: intentar alargar un proceso judicial sin razón válida, presentando recursos repetitivos o dilatorios con el fin de entorpecer el procedimiento legal.
• Abuso de los recursos legales: utilizar recursos legales con el único propósito de molestar o perjudicar al adversario, más que para buscar una resolución justa del conflicto.
• Presentación de demandas con fines de acoso: presentar múltiples demandas con el objetivo de acosar, intimidar o presionar al oponente.